De acuerdo con el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero o GEIs, responsables de las alteraciones meteorológicas de un territorio; es la generación y el consumo de energía a través de fuentes convencionales tales como petróleo, carbón y gas natural, por lo que es preciso promover y desarrollar opciones de mitigación entre las que sobresalen por ser las más comunes la generación de energía con menores pasivos ambientales, tales como: solar, eólica, maremotriz, geotermia, biomasa e hidroeléctrica.
Estas fuentes de energía han sido denominadas de diversas formas, pues al principio de su implementación se denominaron alternativas, posteriormente se denominaron renovables por ser inagotables y actualmente se les conoce como energías limpias, definidas éstas por la Ley de la Industria Eléctrica, como: ¨aquellas fuentes de energía y procesos de generación de electricidad cuyas emisiones o residuos, cuando los haya, no rebase los umbrales establecidos en las disposiciones reglamentarias que para tal efecto se expidan¨.
Estas fuentes de energía, no sólo son importantes en la lucha contra el cambio climático, sino además, por sus características representan las siguientes ventajas:
1.Reducen la necesidad de usar amplias zonas geográficas para el establecimiento de centrales de generación o infraestructura de distribución.
2.No requieren de la perforación y/o contaminación del suelo para la extracción de material o fracturas hidráulicas.
3.Son idóneas para dotar de servicio de electrificación a comunidades rurales alejadas y de difícil acceso o con alto grado de dispersión de viviendas.
4.Cuentan con facilidad de desmantelamiento, entre otras.
Nuestro país cuenta con alto potencial para el desarrollo e implementación de energías limpias, especialmente de tipo solar y eólica. Respecto de energías de tipo solar, México es uno de los cinco países a nivel mundial con atractivo para inversión en proyectos de esta naturaleza, por el alto nivel de radiación que recibe. Referente a la energía eólica, considerada como el principal sector de energía limpia en América Latina y el Caribe, en la que ocupamos el segundo lugar en su generación; por lo que se estima que en el 2030 hasta el 46% de la electricidad que el país consume, se puede generar mediante fuentes de energías limpias.
En México se ha legislado en esta materia y se cuenta con la siguiente normatividad:
-Ley de Transición Energética, publicada en el año 2015, que tiene como objeto ¨regular el aprovechamiento sustentable de la energía, así como las obligaciones en materia de Energías Limpias y de reducción de emisiones contaminantes de la Industria Eléctrica, manteniendo la competitividad de los sectores productivos¨.
-Ley General de Cambio Climático, la cual indica que una de las políticas y acciones de reducción de emisiones corresponde a fomentar la utilización de energías renovables para la generación de electricidad
-Ley de la Industria Eléctrica, cuyas disposiciones en materia de energías limpias establece los criterios para la regulación, certificación, capacitación, entre otros.
-A nivel nacional, existe el Programa Especial para el Aprovechamiento de Energías Renovables 2014- 2018.
El Estado de Oaxaca es una de las entidades con mayor potencial de generación de energías limpias, ya que cuenta con zonas de alta radiación solar en la Mixteca y Valles Centrales. Respecto a la energía eólica, la zona del Istmo de Tehuantepec es una de las áreas con mayor potencial de generación a nivel nacional, donde actualmente existe una veintena de parques eólicos, convirtiendo a nuestra entidad en la principal productora de energía eléctrica bajo esta modalidad en todo el país.
No obstante la importancia y ventajas de las energías limpias, existen retos como: la baja inversión gubernamental en la materia, alta inversión inicial para implementar este tipo de iniciativas, posibles afectaciones a fauna voladora por proyectos eólicos, gestión adecuada de residuos peligrosos como baterías, entre otros.
Aunado a los retos que nuestra entidad enfrenta respeto de este tema, es importante considerar que en el aspecto social se han presentado diversas problemáticas derivadas de los proyectos de energía eólica o hidroeléctrica, entre habitantes de las áreas donde pretenden instalarse y los proponentes, lo cual evidencia la necesidad de medidas tendentes a garantizar el respeto de los derechos humanos, especialmente tratándose de comunidades indígenas, donde temas como la consulta previa libre e informada, participación, acceso a la información, responsabilidad social y trabajo conjunto inversionistas-gobierno-localidades, son necesarios para desarrollar proyectos exitosos y, de esta forma, contar con una energía realmente limpia desde la perspectiva ambiental y social.
Como diputada, mi compromiso ha sido con la protección ambiental en un marco de respeto a los derechos humanos de nuestras comunidades, por lo que es importante dar seguimiento al desarrollo y ejecución de políticas en materia de energías limpias en la entidad, porque #AhoraEsCuando aprovechar el potencial de nuestro territorio de forma sustentable.
* La autora es presidenta de la Comisión Permanente de Ecología en la LXIII Legislatura del Estado de Oaxaca